Un grupo de investigadores norteamericanos llevó a cabo un estudio que podría catalogarse dentro de los parámetros de la psicología política, este lleva por titulo "LA MOTIVACIÓN DE LOS POLÍTICOS: FACTORES QUE IMPULSAN A ALGUNAS PERSONAS A PARTICIPAR EN LA POLÍTICA". Pues bien, identificaron ellos una serie de incentivos que van desde el prestigio social, el incentivo del programa, el incentivo de la sociabilidad, el incentivo de la obligación, el incentivo del juego y el incentivo de la misión.
Después de tomar como muestra entrevistas directas y autobiografías de políticos pudieron detectar dichos incentivos. Con respecto al incentivo del prestigio social, (el cual entre otras cosas según ellos es el que predomina en Colombia) encontraron que a los individuos movidos por este tipo de incentivo los impulsa un afán de figuración, de reconocimiento social, no importa tanto la ideología política, ni las convicciones, ni las plataformas, lo que les interese es figurar, ser adulados, ser el centro de atención, no se afanan tanto por cumplir con sus propuestas sino con hacer ruido y pantallear, los motivan los altos cargos, el status. Se preocupan de sobremanera por su imagen, de hecho contratan expertos en marketing político para que los venda como un atractivo producto, llamativo por su empaque y no tanto por su contenido. ¿Tendremos de estos especímenes en Colombia?, yo diría que abundan.
Otro es el incentivo del Programa, son políticos que están interesados en promover que en general vayan en beneficio de la comunidad, les gusta la política, pero más como mecanismo de transformación que de figuración, incluso trabajan con propuestas estructurales y no coyunturales. Lastimosamente, no son muy comunes en nuestro país.
El incentivo de la Sociabilidad, es que impulsa a aquellos individuos que necesitan permanentemente del contacto con el otro, o mas bien de quedar bien con todo el mundo, le prenden una vela a Dios y otra al diablo, no cazan peleas innecesarias que le puedan significar la perdida de simpatía de sus semejantes, entre mejores relaciones tengan, mas fructífero será su ascenso, no conoce enemigos, es convencido que el que hoy es su contradictor, mañana puede ser se mejor aliado, pueden criticar severamente en privado pero en publico, adulan al que tengan que adular. En este momento pienso en los ofrecimientos de las embajadas a Pastrana y Samper en USA y Francia respectivamente, en la embajadora Noemí Sanín en España, en Serpa cuando estuvo en la OEA, ellos, que en su momento tildaron a Uribe de paramilitar, terminaron tranzados por un plato de lentejas; parece ser que sus criticas se acallan cuando los invitan al banquete burocrático, y Uribe es un hábil conocedor y manejador de esa tentación.
El incentivo de la Obligación esta mediado por el deber, por el servicio, son los principios y las convicciones ideológicas los que guían a estos individuos, son personajes apegados al partido, a la doctrina, digamos una combinación de este con el de programa arrojaría un interesante político. ¿Lo hay en Colombia?
Los individuos que suelen ser bastante competitivos, que les gusta ganar, que les llama la atención la adrenalina, son los que están llevados por el incentivo del Juego, los motiva la dinámica propia de la política, las alianzas, el cabildeo o el lobby, los triunfos políticos, en fin el deseo incontrolable de ganar, de ser el mejor, de superar a los demás, quien sabe si les preocupa la comunidad y el bienestar de esta, al fin de cuentas no importa lo que haya que hacer con tal de ganar. Estos siempre se arriman al árbol que mas cobija, no importa si no esta de acuerdo en lo fundamental, lo importante es ganar. Pienso en esa coalición uribista, pegada con babas, en ese partido de la U, que será flor de un día, en todos los que se subieron al tren del uribismo y que hoy están en los gozosos (bueno no todos, otros ya casi hacen quórum en la picota) pero mañana negaran a su maestro como otrora lo hiciera Pedro con el mesías.
El incentivo de la misión, a mi parecer es uno de los mas peligrosos, y lo experimentan esos políticos que se creen ungidos, como destinados por la providencia, terminan volviéndose unos caudillos que logran convencer a la gente que si no es él no es nadie, que si no es con él ahora no será nunca, y de estos hemos tenido en Colombia, Gaitán, Galán, y el mas reciente Uribe. Estos son absolutamente mediáticos, saben como manejar la opinión, mover las masas, tocar los corazones. Pero no se debe olvidar que jamás esas experiencias caudillistas han terminado bien, verbo y gracia, Hitler, Stalin, Pinochet, Rojas Pinilla, Hussein, Fujimori, etc.,, y Dios no lo quiera, Uribe.
En fin, un interesante estudio que puede servir de modelo para realizar uno similar en nuestro país, considero que el ejercicio de la política per se no es mala, lo que pasa es que en un país como Colombia esta muy desprestigiado, y que en la mayoría de los casos, por muy buenas intenciones, propósitos que se tengan siempre se estará chocando contra una maquinaria que impone las reglas del juego, de manera que bajo estas circunstancias solo queda apelar al voto de opinión a ese que en Bogotá por ejemplo ha ganado un considerable espacio, no así en las regiones, donde todavía impera el poder local, el del terrateniente, el de los narco, el de los grupos armados. Solo queda entonces abogar por que algún día en nuestro país podamos llevar a cabo el ideal Kantiano de una sociedad de ilustrados, que no traguen entero, que tengan conciencia critica, en ultimas que piensen.
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